APASIÓNATE
Paseando
por un bello jardín, encontré un libro abierto. Me senté bajo un almendro y me
dispuse a leer. La flor del árbol, me embriagó, los versos de aquel Mago, me
conquistaron y allí, envuelto por la Magia que estaba viviendo, conseguí dar
con la pasión encerrada en mis sueños. Agradecí al autor, al almendro y a la
flor, el gran momento, sin ellos, jamás hubiera descubierto mi pasión.