LA PRIMAVERA de JUANA PÉREZ OLID

Es curioso vivir lo que damos en llamar "la magia de la vida". Digo curioso, porque por más veces que la magia haga presencia en mi vida, sigue sorprendiéndome.
Es evidente que estas percepciones - las de la magia - son apreciaciones internas muy difíciles de transmitir, algo que tiene que vivirse para darse cuenta de que existe. Algo que permanece mucho más allá del tiempo y que se llama ESPACIO, pues el tiempo es únicamente un vehículo para que lo que habita en el espacio se haga visible. 
Quizás no me explico muy bien, lo sé, pero no lo puedo explicar de otro modo, porque no creo que existan los términos que consigan definir lo que deseo expresar, que sé a ciencia cierta que no pertenece a este mundo, al de la lógica.
En esa sinrazón donde la lógica no tiene cabida, suceden cosas que te hacen vibrar el corazón, esto me ha ocurrido cuando he leído este texto, que quizás para la mayoría no significa nada o gran cosa, en cambio para mi ha sido esencial.

La autora, Juana Pérez Olid es mi bisabuela, una señora antigua totalmente desconocida para mi. Mi padre, cuando habla de su abuela, no lo hace en términos que puedan llamar mi atención como para tener deseos de haberla conocido, pues parece ser que la vivencia que él tuvo con ella, no fue buena. Yo no entro en juicios ni en percepciones ajenas, pero si entro en mis percepciones, que es a lo que voy. 

Todo comienza cuando una noche sueño con una mujer que me habla de "cuadernos viejos". Cuando me despierto únicamente me acuerdo de eso, CUADERNOS VIEJOS. Durante el resto del día, no puedo evitar acordarme de ello, tanto es así que busco por internet cuadernos antiguos, sin saber muy bien porqué lo hago.



 Al ver las imágenes pienso en mi padre, creo que él conserva algún cuaderno antiguo, como si me sonara que alguna vez me hubiera enseñado uno de su infancia.
Incluso cuando veo la palabra CUADERNO en la portada, recuerdo que en el cuaderno de mi sueño también la ponía.

Al día siguiente, continué obsesionada con el tema de los cuadernos. Decidí prestar atención a mi intuición. He aprendido que si lo hago siempre activo "la magia de la vida", me costó aprenderlo, ahora intento no olvidarlo nunca.
Me concentré en buscar interiormente qué me estaba sugiriendo todo aquello, hacía unos meses que mi cualidad de escribana estaba muy apagada, como encerrada, anulada por tener dudas y quebraderos absurdos en la cabeza, siempre relacionados con el perfeccionismo y esos obstáculos que nosotros mismos nos ponemos. 
Cuando después de mucho bucear en mí, creí haber dado con algo.

Con Karme y Adrià hemos creado NANASSEL www.nanassel.blogspot.com un proyecto para editar textos de forma original y artesanal. Fue así como relacioné el sueño con el deseo de editar 10 Relatos que desde hace tiempo busco como sacar al público de forma original.
Con esta idea muy latente, hablé con mis compañeros y les propuse editar los 10 Relatos en formato de "cuaderno viejo". Sería una colección que llamaríamos "CUADERNOS DE BITÁCORA".
A ellos les encantó la idea, tanto fue así que ya comenzamos a repartirnos el trabajo. Mientras yo tenía que revisar los textos de los diez relatos, Karme tendría que mirar los materiales, el tipo de papel, la encuadernación, etc, mientras Adrià prepararía varias ideas de diseño de portada, en base a cuadernos antiguos.

Entonces volvió a la mente mi padre y mi empecinamiento en que él tenía un cuarderno que podía servirme de referencia para este proyecto. Lo llamé y me dijo que solamente recordaba tener uno de ortografía y otro que era de su abuela.

El día de mis 54 años, nos reunimos para cenar y me enseñó los cuadernos. Me explicó la historia del cuaderno de ortografía y después el del cuaderno de mi bisabuela, que había llegado a sus manos, tras la muerte de un primo suyo, cuando su viuda decidió entregárselo a mi padre para que lo conservara, porque ella no iba a hacer nada con aquello.

Desde entonces, él lo ha conservado sin aparentemente demasiado interés por su contenido, pues a parte de que es muy difícil de leer, por tener una malísima caligrafía, no le gusta que contenga textos religiosos que al parecer escribía su abuela constantemente.



Cuando llegué a casa lo estuve ojeando con tranquilidad, extrañada por los cambios radicales de letra que hay en la libreta, que parece que esté escrita por diferentes persones, cuando todos los textos los firma ella.

Pero de repente encontré este entre todo aquel sinsentido:


Lo transcribo para facilitar su lectura:

PRIMAVERA

Parece que están nevadas las flores de los almendros,
cuantas florecitas blancas de los tallos se han abierto,
se diría que algún hada misteriosa
para ello robó la luz de las altas estrellas del firmamento
y se sienten las miradas de los que sueñan viajeros,
sin rumbo como nautas en busca de un mundo nuevo.
Ya la Primavera canta en el corazón enfermo,
y vienen las esperanzas y anidan en nuestro pecho.
Oh!!! Milagrosa flor blanca,
tú me enseñas a pensar las grandezas del eterno,
que a mi me a puesto mi alma,
como la flor del almendro,
con su sangre derramada.

Mientras me permitía sentir el mensaje del texto, muy emocionada, no paraba de mirar el libro que también me habían regalado aquel mismo día:

LA MORT I LA PRIMAVERA
de Mercè Rodoreda

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Con una preciosa dedicatoria, que entre otras cosas me decía:

"Nunca te olvides que naciste en Primavera".

Lo curioso es que la persona que me hizo este regalo es también escritora además de periodista.

Sentí, eso que comentaba al principio, que había un mensaje que sobrepasaba el tiempo y que llegaba a mi presente absoluto muy claro. 
El del pasado, de una de mis ancestras escribientes y el del presente de una de mis amigas escribientes.

La Primavera a partir de ahora es el símbolo de Joanna Escuder, para que cada vez que el valor por su creatividad, expresada en narrativa, sea desestimado, negado o encerrado en un cajón, la Núria tenga la fuerza de sacarlo de ese estado, abrazarlo y compartirlo sin miedo a los juicios ajenos, sintiendo que otras mujeres, algunas más cercanas y otras muy lejanas, tuvieron la misma intención, la de construir textos usando la magia de las palabras que le brotaban de dentro.
No puedo volver a olvidar que el lenguaje de las almas es simbólico y que pertence al hemisferio ilógico del cerebro.

Quiero agradecer a mi padre que conservara este texto que tanto alivio ha dado a mi alma, aunque no entienda el motivo, sé que con la lógica no lo voy a hallar.
Y quiero agradecer a mi bisabuela Juana, que un día decidiera escribir este retazo con buena caligrafía, seguro que nunca pensó que una biznieta un día lo leería, comprendería el mensaje y lloraría de alegría. GRACIAS YAYA JUANA, hoy la Joanna tiene más sentido que nunca. 


Joanna Escuder
12 de Mayo de 2018