Mensaje Nº56

CREATIVIDAD

Cavilaba, pasaban los minutos y no se me ocurría nada. Cavilé un poco más, y nada. No surgía de mí algo que valiera la pena destacar. Me aburrí. Dejé de cavilar y al hacerlo una inesperada idea me sobrevino. La cogí al vuelo, la planté en el suelo, la alimenté cada día hasta verla crecer. Recogí sus frutos, entonces supe  que la creatividad no se puede forzar, surge cuando la mente puedes parar. Hazlo y verás de lo eres capaz.