VIVIR ES APRENDER
Sentado,
esperaba a que la Luz de ese inmenso Sol alumbrara, aquello que en su día, el
vil canto sin esperanza, apagara, impidiendo que los rayos alcanzaran mi alma.
Sentado, esperaba a que las bellas e intensas odas de la Esperanza regresaran.
Me hablaran de que aquello con lo que sueño, pudiera hacerse realidad. Una
brizna de Luz apareció. Me deslumbró. No dijo nada, pero lo comprendí Todo.