DESTINO
Cabizbajo,
con la mirada ciega, con la esperanza puesta en que alguien me saque de aquí,
me levanto todos los días, deseando verte venir. Así llevo años y años y nunca
vienes a buscarme. Quizás te has olvidado de mí. De repente me gritas: Vives el
efecto de tu causa y esa no es otra, que el no haber hecho nada por cambiar lo
que no deseas vivir. Sólo vendré como reacción a tus acciones. Actúa y me verás
llegar.