LA DICHA DE SENTIR
Pensando,
pensando, me perdí. Me olvidé de aquello que había venido a hacer aquí. Pensé
de nuevo y por más que pensé, no encontré qué fue aquello que olvidé. Un día de
Sol expectante, te descubrí. Encontré en Ti algo que me hizo recordar un sueño
que viví. Estreché tu mano, dejé de pensar en vano y amparado por tu forma de
sentir, comencé a vivir. Ahora no pienso. Descubro la dicha de sentir.